Me ha dicho mi amiga Lola que este año están muy ricos los albaricoques. Me ha faltado tiempo para comprarlos. Además, la fruta de hueso ¡es tan cómoda de comer! Aquí no hay pereza que valga... Como veis son rojitos, menos amarillos que otras veces. Debe de ser otra variedad. Es verdad que están muy ricos. Como casi nunca pongo fruta, pues me he animado a hacerles un pequeño "homenaje".
Lo primero que recuerdo de ellos es que tienen mucha vitamina A (como casi todos los frutos anaranjados). También tienen vitamina C y minerales (potasio, calcio, magnesio), betacaroteno y taninos que son potentes antioxidantes.
Son además ricos en fibra y diuréticos.
Podríamos nombrar más beneficios: Son buenos para los niños, para los huesos, para la vista,... Pero todos podéis consultar google (como yo misma hago).
No suelo cocinarlos pero recuerdo haber tomado una tarta que llevaba albaricoque cortados por la mitad la mar de rica. La mermelada también es un clásico.
Os animo a tomarlos porque son muy sanos. En casa no somos muy "fruteros" pero estos albaricoques son la mar de ricos. Siempre nos van a sentar mejor tres o cuatro albaricoques que un bocadillo de chorizo ¿no? Y el bocadillo también apetece pero no siempre se debe.
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