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miércoles, 25 de febrero de 2015

Arroz con leche a la vainilla



     Esta receta es una simple variante del arroz con leche de toda la vida. Cambiamos la vainilla por la canela para conseguir otro sabor (que puede gustar más o menos). A mí antes no me gustaban ni la vainilla ni la canela. Ahora me gustan ambas aunque nunca exagero con la cantidad. En cuanto a la vainilla, la más rica es la que viene en su vaina. La natural. Por lo demás, la receta es como siempre.

     Ingredientes:
Un pocillo* de arroz
Dos pocillos de agua
Un pocillo de azúcar
Medio litro de leche
Una pizca de mantequilla
Dos-tres centimetros de una vaina de vainilla
Piel de limón
Una pizca de sal

     ¿Qué hacemos? Pues como siempre, ponemos el arroz a hervir con el agua. Cuando ésta se consume incorporamos el resto de los ingredientes. La vaina de vainilla la cortamos a lo largo para que suelte sus granulitos. Debe hervir hasta que el arroz esté totalmente tierno y cremoso. A fuego lento y removiendo con cuchara de palo. Como sabe a vainilla muy ligeramente, no tiene sentido adornarlo con canela pues nos comeríamos el sabor. Podríamos poner almendras crocantes o unos pistachos picaditos, por ejemplo. Me ha parecido muy agradable el sabor de esta variación tan tonta. ¿Cuál me gusta más? Bueno, la canela es lo clásico, va a depender de cuántas veces hagamos arroz con leche y de lo que nos guste cada cosa. Veis en la foto de cerca los granitos de vainilla, que me parece que hacen bonito. Nada más. Sí, ya sé que se parece un poco-bastante al arroz con leche a la naranja que puse hace tiempo. En este caso, la vainilla es natural y se nota. 

     Por supuesto, se puede aumentar un poco de leche si os gusta más líquido. Ya lo sabéis.

    Aprovecho para comentaros lo bien que marcha el blog. Yo estoy asombrada... Es raro el día que baja de 300-400 visitas. Como mi comida es tan sencilla y barata, me causa admiración que tantas personas me sigan. No creáis que es barata por casualidad. Intento que lo sea. Me gusta pensar que todos podamos comer y festejar rico a pesar de esta maldita crisis. Me acuerdo mucho de Carmen y sus historias de después de la guerra. En fin, vendrán tiempos mejores. Eso espero. En cuanto al blog, pues estamos muy cerquita de 250.000 visitas y ya hemos cumplido dos años. Empiezas sin saber muy bien qué vas a hacer o si el blog gustará y ¡sorpresa! Parece que hay blog para rato. Sólo puedo daros las gracias pues sin lectores no tendría esta ilusión de seguir publicando. GRACIAS.
     



* Pocillo es en ferrolano la taza de café pequeña que tomamos después de comer.

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