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lunes, 28 de marzo de 2016

Quiche de pollo


     Aquí estoy nuevamente. Después de unos días de descanso da gusto volver al trabajo... La verdad es que he cocinado casi todos los días ¿o todos? Bueno, mejor no pensarlo. Hoy, por fin, se ha terminado el desorden y comenzamos la semana con buen ánimo. Lo mejor es terminar un poco de pollo asado que ha quedado de ayer, Domingo de Resurrección, y qué mejor que preparar una quiche que es de lo más rápido. Para hacerla necesitamos:

Una base de hojaldre
Una cebolla
Pollo deshuesado que nos ha sobrado
Queso de barra
Pasas al gusto
Dos huevos
200ml de nata líquida
Dos cucharadas de aceite
Sal, pimienta y nuez moscada


     Comenzamos dorando una cebolla picadita en una sartén. Esta es la historia de mi vida... Después añadimos el pollo cortado en trozos irregulares o como más rabia os dé. Que todo se dore un poco. Es algo bien fácil. Si gustan, incorporamos un puñado de pasas, sultanas, de corinto o ambas. Dejamos hervir suavemente unos minutos. 


     Estiramos la masa sobre el papel que ya trae (podríais usar masa quebrada si preferís). Pinchamos y ponemos unas lonchas de queso. Yo soy partidaria de no poner mucho pero eso es al gusto (como todo en cocina). Batimos los huevos y, antes de nada, pintamos los bordes de la quiche que adornamos con unos "dobladillos". Hecho esto, unimos la fritada de pollo y cebolla con la nata y los huevos batidos y removemos bien. Salpimentamos ligeramente y podemos poner una pizca de nuez moscada. Repartimos el relleno sobre la masa. 


     Llevamos al horno precalentado a unos 200º (esto depende del horno). Unos 20-22 minutos, que se dore bien. Yo primero la pongo abajo y después la subo para que el fondo de la masa se haga y no quede blandurrio. Mitad de tiempo en cada posición. También esto depende del horno. El mío es viejito y no va muy bien. Lo normal es que se haga por todos lados... Mis hijos la han encontrado exquisita. A mí también me ha gustado mucho. Tengo que deciros que me alegro de volver a la normalidad. Han sido unos días agotadores. Todo ha estado bien salvo que el Viernes Santo ha llovido y se han suspendido varias procesiones. Esto no es grave, claro, pero desilusiona un poco. Por lo demás, he tenido la suerte de encontrar a alguna de mis lectoras que me ha saludado con mucho cariño. Saber que me leen desde tan lejos y que se acuerdan de Ferroliño por las tontadas que pongo me hace ilusión. Que me saluden me encanta y me sigue sorprendiendo. Es como si "la bloguera" y yo fuéramos personas distintas (lo somos). 

     Y como ha llegado la primavera, sin alterarnos, debemos pensar en comenzar otra vez con las recetas ligeras, olvidar los dulces y los panes, pasear al atardecer,... Casi preferiría dar la vuelta a España pero ¡qué le vamos a hacer! Hay que quitarse las lorzas antes de que suba la temperatura y haya que dejar el abrigo en casa (algo bueno tenía que tener el invierno). Mientras tanto, os dejo esta quiche que no es ligera y veremos qué se me va ocurriendo. Una vez más... os deseo buenas tardes y feliz vuelta a la rutina. Feliz Pascua de Resurrección a todos. 


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