Esta receta es un clásico. Recuerdo que tenía una amiga cuando estudiaba en La Coruña que rebozaba el pollo con sopa de champiñones de sobre (el polvito), lo freía y después lo dejaba cocer con cerveza hasta que estaba tierno. Muy rico. Mi receta de hoy es más natural. Lo que necesitamos es simple:
Un pollo troceado
Dos cebollas
Un bote de setas
Una cerveza
Aceite, sal y pimienta
Bueno, comenzamos "as usual": doramos el pollo en un par de cucharadas de aceite, añadimos las cebollas cortadas al gusto y dejamos que se vayan al fondo de la tartera para que cojan color. Que se vayan pochando.
Salpimentamos con generosidad y sin pasarnos, o sea: al gusto. A mí me gusta notar la pimienta negra que no pica mucho y es muy aromática. Vamos moviendo para que todo se dore por todos lados. "Pacencia" que dicen algunos...
Incorporamos las setas. Yo me he decantado por un bote de setas variadas. Lo cómodo es que sólo hay que escurrirlas y están bastante ricas. Las prefiero a las congeladas que absorben el agua a lo loco.
Abrimos una lata de cerveza fresca, nos servimos un corto y el resto lo vertemos sobre el pollo. Lo dejamos hervir una media horita mientras nos tomamos la cervecita bien fresca. Esto es importante. Freímos unas patatas en cuña o como os apetezcan. Y si no... un arroz, un puré, una hoja de lechuga,... Y ya tenemos nuestro guiso que es muy natural, sencillo y rico. Sin los conservantes del sobre de sopa. Que preferís hacer muslitos, alitas, pechugas en dados,... Al gusto del consumidor. A pesar de que me gusta el pollo, empiezo a aburrirme de cocinarlo cada poco. Ya ha comenzado la Semana Santa y da gusto que Ferrol esté animado. Intentaré subir alguna receta el miércoles. En tanto... Os deseo a todos muy buenas tardes.
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