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miércoles, 23 de marzo de 2016

Ramen (solomillo al jengibre)


     Uno de mis hijos me pidió que hiciera ramen. Es un plato japonés que no había tomado nunca, como os podéis imaginar. Me enseñó la receta en google y os diré, en resumen, que se compone de un caldo de pollo y verduras con jengibre, panceta asada con soja, huevos duros y pasta. Hay que hacer también una salsa aparte con hortalizas. Una vez leída, no le hice demasiado caso. Os voy a contar cómo hice este ramen, que a mitad de semana se llamó también Ramón. No temáis, es una receta rica y divertida. Curiosa.


     Solomillo al jengibre: Me parecía algo tonto hacer una salsa aparte de la carne, total, la carne había que hacerla y aporta sabor a la salsa. Así pues, pasé de la panceta e hice un solomillo de cerdo de una forma muy sencilla. Los ingredientes son:

Un solomillo
Un puerro
Un diente de ajo
Unas tiras de zanahoria
Una nuez de jengibre
Aceite
salsa de soja
Miel
(Sal)

     Doramos el solomillo en el aceite por todos lados. Añadimos las hortalizas y las dejamos pochar también. A continuación ponemos un chorretón de salsa de soja y otro de miel (esto fue porque me dio la gana). Dejamos hervir quince minutos por cada lado con la tartera tapada. Si se consume mucho la salsa, añadimos un chorro de agua. Si saláis, cuidado pues la soja es salada.


    Pasado este tiempo, batimos la salsa con las hortalizas y un pedacín de jengibre (ojito con el jengibre que no somos asiáticos). Queda una salsa de lo más rico. Todos hemos estado de acuerdo. Con o sin Ramón (ramen), esta carne vale la pena.



     Hay que hacer varios huevos duros. Yo puse tres pero va a depender un poco de cuánta gente haya y lo que gusten.


     Necesitamos comprar una pasta oriental. La hay más cara o más económica. Podríamos usar una pasta rápida y baratita (la de la derecha) dejándola en agua hirviendo, siguiendo las instrucciones, pero sin poner el sobrecito que trae, pues ya tenemos nuestra propia salsa, casera y deliciosa.



     Cortamos la carne y la adornamos con el jengibre que no hay quien lo coma (risas). Es fuerte y picante, con un sabor a limpio que normalmente no nos va a gustar. Es curioso y yo tomé varios trocitos. 



     Para preparar la sopa ponemos en el fondo una cucharada de salsa, después los fideos cocidos, la carne y medio huevo duro. Yo, que soy osada, también le puse jengibre. Vertemos el caldo de jengibre sobre todo esto. No os he dicho como hice el caldo porque hice trampa.


     Ya veis que queda muy aparente. Realmente es un sabor original pero muy agradable. No sabe demasiado a jengibre (jajaja). Lo peor es comerlo. No tenemos ni sabemos usar palillos, no nos gusta acercar la escudilla a la boca ni sorber. Os digo que hay que ser japonés para tomar una sopa con tantas cosas dentro. ¿Qué haría yo? Quizás sustituir los fideos de arroz por un cuenco de arroz en blanco tipo thai o basmati. Otra cosa aún mejor, para mi gusto: Poner un consomé con huevo duro picado, espinacas y el aroma de jengibre en una taza y tomar la carne en un plato llano con esa salsa tan exquisita y una cucharada de arroz (o los mismos fideos).



     Me queda deciros cómo hice el caldo y me da plancha: Con una pastilla y un litro de agua, lo puse a cocer con un trocito de jengibre y al final añadí unas espinacas congeladas (vienen en trocitos chiquitos y las hay en mercadona, dos cuadraditos para esta cantidad). Es un caldo muy original y rico. No para todos los días, claro, sino para una comida oriental. Abajo veis que añadí algo más de la rica salsa a mi tazón de ramen. Es una sopa muy popular que incluso la podemos ver en una película de los estudios Ghibli. Hay otra sopa muy conocida japonesa que se llama miso que algún día intentaré, creo que lleva escamas de atún seco (habría que recurrir a Cartagena).


     
Os voy a ser sincera. La carne la repetiré seguro porque está buenísima, seguramente con un arroz... Y el caldo, pues también pero picando el huevo porque a mí me parece mucho medio huevo en un caldo limpio. Los sabores, muy interesantes. Otro día que lo haga adaptado a mi modo de cocinar y comer, os lo enseño*. Ha sido muy divertido (y he ensuciado bastantes cacharros). Por hoy me despido hasta la Pascua porque para mí la Semana Santa tiene un sentido religioso y no quiero andar "distraída". Quizás haga el domingo corderito y una mona de Pascua pero eso os lo contaré a la vuelta. Me voy de vacaciones blogueras y os deseo la mejor Semana Santa. Hoy iré a ver el Cristo de los Navegantes que es una procesión tradicional de Ferrol Vello que nos gusta mucho. Ya ha pasado el blog de las 375.000 visitas y os lo debo a vosotros.

GRACIAS MIL


* Esto que os dije de cambiar la receta a un modo más cómodo pasó a la historia pues nos gusta mucho a todos, nos hemos acostumbrado al exotismo del jengibre y ha pasado a ser una receta totalmente de casa. Para que veáis...

2 comentarios:

  1. Interesante Ana, lo probare un día de estos y te comento

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    1. Estupendo. En casa nos gusta mucho este plato japonés con sus variantes... Cosas que nunca hubiera pensado. Un saludo.

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