Abro este blog animada por mis amigas para compartir mi afición por la cocina y la buena mesa. Las recetas son fáciles y asequibles para todos. Muchas veces al gusto de mis hijos y siempre hechas con mucha ilusión. Espero que os gusten.
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viernes, 28 de septiembre de 2018
Ensalada Hawái
Mi hijo y mi marido estuvieron en Madrid hace un par de semanas. Comieron diferentes cosas, claro, pero entre otras, en un conocido local, tomaron una ensalada que tenía -más o menos- estos mismos ingredientes. Resulta muy fresquita, algo ácida y realmente rica. Es facilísima de hacer. Simplemente necesitamos arroz en blanco, me refiero que es lo único que vamos a cocinar. Lo demás es cortar y montar:
Un tazón de arroz en blanco
100grs de salmón ahumado
Un aguacate
Pepino al gusto
Anacardos
Aceite y sal, zumo de limón
Soja
Viendo la fotografía, creo que no he olvidado nada. Hacemos una taza pequeña de arroz en blanco, teniendo en cuenta que dobla su tamaño. Lo podéis cocer, simplemente, o hacer como yo que lo sofrío antes y después le añado el agua. Me gusta así porque queda más suelto. Lo hagamos como lo hagamos, debemos dejar que se enfríe totalmente. Para que no se pase, es buena idea extenderlo en una fuente alargada, en un capa fina, de manera que pierda rápidamente el calor. Frío el arroz, lo ponemos en el cuenco en que va a ir la ensalada. Una ensaladera mona. Picamos el resto de los ingredientes en cuadraditos: salmón, aguacate y pepino. Los anacardos los picamos también un poco, cuidando que no se desintegren. Lo rico es que estén crujientes, no polvorientos. Bien, todo picado. Lo ponemos sobre el arroz, que va escondido, intentando hacer varias partes, como una pizza cuatro estaciones. También podemos poner una rueda de limón, para que se entienda que forma parte del aderezo. Y como hemos dicho, el aderezo lleva: aceite, limón y sal. Lo removemos y lo ponemos sobre la ensalada. Es importante para que no se oxide el aguacate.
Una vez en la mesa, antes de servir, lo removemos bien para que cada ración lleve un poco de cada. Queda, como he escrito arriba, muy fresquita y con un toque exótico. Podría recordarnos un sushi deconstruido -que dicen ahora. Os animo a hacerla porque es muy sencilla y realmente buena. Me encanta como entrante en una barbacoa, por poner un ejemplo, o como guarnición de cualquier plato en menor cantidad. Quiero decir que al llevar arroz, llena más que una ensalada normal y eso hace que la podamos considerar "un plato" por si misma.
Después de tomarla y decir todos que nos encantaba, no exagero porque nos gustó mucho, se acordaron los viajeros de que la que tomaron en Madrid llevaba también sésamo. Yo no tengo foto con sésamo pero me puedo imaginar que le queda bien. Y vuelvo al suhi... que muchas veces lleva sésamo. En todo caso, si os gustan las ensaladas de arroz, probadla porque está muy buena. Os dejo por unos días con este plato que es además de colorido muy alegre. Feliz fin de semana a todos.
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