Hoy os traigo una tarta casera muy sencilla que hice para celebrar un aniversario. ¡Cómo es diciembre! Cada semana hay una o dos fiestas. Nos coinciden además cumpleaños y celebraciones varias... Total, que nos pasamos el mes comiendo. La cuesta de enero será en ayunas. La cuestión es que es una tarta muy rica y, como todas las tartas caseras, sale muy bien de precio. Eso sí, hay que trabajar un poquito. Pero más que nada es hacer un bizcocho y montar la nata con azúcar. Ya veréis...
El bizcocho:
Ya os imagináis que es el bizcocho básico (genovés o génoise para los franceses).
4 huevos (220 grs)
110 gramos de azúcar
110 gramos de harina
Un molde engrasado
Ya sabéis como se hace, con las varillas montamos los huevos y el azúcar hasta que están bien espumosos. No tiene ninguna ciencia. Hay que pesar los huevos sin cáscara, claro, para calcular el azúcar y la harina.
A continuación incorporamos la harina tamizada y mezclamos con la espátula de forma que no queden grumos. Tamizar es importante. Llevamos al horno precalentado a 175º una media hora. Es el bizcocho más sencillo y barato. Estupendo para las tartas (para tomar solo es un poco tonto).
El relleno:
Una lata mediana de melocotones en almíbar
Una canastilla de frambuesas
Dos cucharadas de oporto
Lo que vamos a hacer es, una vez frío el bizcocho, cortarlo al medio. Ponemos el almíbar de los melocotones en un tazón, añadimos el oporto y emborrachamos la primera capa con la mitad del almíbar. Ponemos los melocotones cortados en tiras en medio y las frambuesas alrededor. La cantidad que os guste.
La nata:
Os llegará con 400 ml de nata. Os lo digo porque yo monté medio litro y me sobró bastante. Para montarla, empezamos a batir con las varillas. Cuando empieza a espesar añadimos el azúcar y continuamos batiendo. Yo he puesto media taza pero podéis variar más o menos según seáis dulceros. También he puesto vainilla. Cortáis un trocito de una vaina y la abrís a la mitad. Ponéis esos granulitos. No es mucha pero le da un toque riquísimo. Muy fino, sin exagerar el aroma de vainilla. La nata está batida cuando veis que está firme. Cuidado que no se os convierta en mantequilla por exceso de batido.
Sobre el relleno del bizcocho, ponéis una buena cantidad de nata, en el centro. Cubrís con la otra parte del bizcocho y aplastáis suavemente hasta que veis que la nata llega a los bordes. Mojáis con el resto del almíbar la parte de arriba del bizcocho y cubrís con el resto de la nata. Yo no soy muy buena en esto de adornar tartas pero vosotros lo podéis hacer mucho mejor. La mandamos un por de horas al congelador. Le hace falta para que se ponga todo bien firme.
La sacamos un poco antes de la hora de comer, la adornamos con el resto de los melocotones y frambuesas y la pasamos a la nevera. Ya veréis que tarta tan rica.
Si os animáis a hacerla veréis que no es complicado. Si sois hábiles con la manga pastelera la podéis hacer mucho más bonita. Yo, es una asignatura que tengo pendiente y no sé si algún día aprobaré.
He cocinado varias cosas novedosas para el blog que os iré poniendo estos días. A mediados de semana publicaré unas zamburiñas al horno sencillísimas de hacer que son muy ricas y estupendas para un día de fiesta... Porque las Navidades están a la vuelta de la esquina. Buenos días a todos.
no te tengo palabras de agradecimiento, a tu generosidad con todas nosotras...gracias amiga...buenísima la tarta, queda anotada, y la haré también...Espero con ilusión las recetas para navidad..un abrazo y felices fiestas con un fortísimo abrazo. Chuca ( Sara Garrote)
ResponderEliminarGracias Sara (o Chuca) por tus amables palabras, me hacen mucha ilusión. Esto de compartir mis recetas surgió así... sin pensarlo y aquí seguimos. No lo considero generosidad, para mí es más bien una forma de expresarme. De todas maneras, muchas gracias por seguirme y llamarme amiga. Felices fiestas y muchos besos.
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