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lunes, 23 de septiembre de 2024

Carpaccio de tomate


 
   Por fin he sido capaz de publicar. Me cambian cualquier cosa y ya me cuesta hacerlo. Esta vez han sido las fotos. Mi hijo dice que es la brecha digital, si sólo fuera digital... Esta es una receta que vi por ahí, en un vídeo de los miles que nos ponen, y me apeteció por fácil, sana y sencilla. ¿Qué necesitamos?

   Unos tomates de buena calidad, dos o tres, según tamaño

   Una burrata, que es el tipo de queso que veis en la foto

   Unas hojas de albahaca

   Unas anchoas ricas o algún ahumado

   Un diente de ajo

   Aceite y sal, unas gotas de balsámico de Módena -o el vinagre que queráis


   Es la cosa más sencilla del mundo, como podéis intuir. Lavamos bien los tomates y los cortamos en lonchas lo más finas que podamos. A veces no se dejan tanto, no creáis. La cuestión es que el tomate sea bueno y esté en su punto. Puede ser un tomate rosa de Híjar o corazón de buey que tiene un corte precioso. Lo que veáis. Lavamos la albahaca y cortamos algunas hojas y reservamos unas pocas para adornar. Mucho o poco según os guste la albahaca. Colocamos las anchoas y la burrata. Salamos ligeramente y ponemos unos puntos de balsámico, no mucho. Yo no soy nada avinagrada. Aceite de oliva virgen generosamente... Cuanto más rico el aceite, mejor. 

   En el momento de tomarlo, rompemos la burrata con los mismos cubiertos de servir la ensalada y repartimos entre los comensales. El sabor de la burrata es suave, de queso fresco, pero aporta una cremosidad que a mí, particularmente, me entusiasma. A todos nos encantó, aunque tengo uno que no es tomatero. El de las habas... En fin, que os animo a probar por rico, fácil y porque es un estupendo entrante o puede ser una cena ligera para pocos. Aquí como comen muchísimo... No hay tu tía. Esto no les llega a nada.



   El verano, recién terminado... fue como fue. Algo de lluvia, bastante cocina, algo de playa,... Mi vida volvió a ser lo que yo llamo "vivir entre dos rías" pero siempre hay buenos momentos. Encuentros con viejos amigos, visitas familiares, diversión y cariño,... Y un poquito de cansancio a veces.


      Yo he seguido con mis pizzas caseras. Que no es por que las haga yo pero me salen muy ricas y me encantan. A veces, como veis arriba, les pongo tomate fresco y quedan también estupendas.


   Sigo con las tortillas de los viernes, siempre que puedo. Esta de la foto, fue del día del carpaccio y quedó particularmente rica, con pimiento rojo y cebolla.


   Este año también ha habido punto de cruz, que me encanta en verano con esa claridad que tenemos los gallegos hasta bien entrada la tarde. 



   Y mañanas lluviosas, y tardes preciosas como esta puesta de sol mugardesa. Algunas veces vamos a tomar pulpo y calamares fritos -de lo que más me gusta del mundo mundial-. Ha sido un verano con un poco de todo. Emocionante y... ¡Sin ninguna boda! (bastante asombroso). La normalidad ha vuelto, el colegio ha comenzado. Octubre está ahí, justo delante, y yo espero volver al gimnasio y a clase de pintura. Lo que es la rutina que tanto bien nos hace. Espero que vosotros lo hayáis disfrutado y comencéis esta nueva andadura con ánimo. Bicos para todos y gracias por esperarme. Esta vez ha sido una larga espera. 

4 comentarios:

  1. Me encanta la receta , yo hago una parecida pero con mejillones

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    1. Me alegro. Para mí era una novedad. Gracias por el comentario.

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  2. Gracias por tu buen hacer, y por contar con nos, para implicarnos en tu vida con tus observaciones... Je je
    Un fuerte abrazo y Besiños a mares para todos los tuyos a repartir a tu gusto...

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    1. Gracias Fernando. Creo que cuanto más escribe uno, más se lanza. Un abrazo.

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