Abro este blog animada por mis amigas para compartir mi afición por la cocina y la buena mesa. Las recetas son fáciles y asequibles para todos. Muchas veces al gusto de mis hijos y siempre hechas con mucha ilusión. Espero que os gusten.
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martes, 23 de junio de 2020
Mermelada de melocotón y manzana
El título exacto para esta mermelada sería: mermelada de melocotón rojo con manzana granny. Me parece un poco demasiado largo. No suelo hacer mucha mermelada, por no tomarla, pero cuando veo que alguna fruta se va a estropear, tiendo a aprovecharla de esta manera. Me encanta la mermelada casera para rellenar tartas, como os he dicho alguna vez, y, por supuesto, las de bayas merecen un capítulo aparte. Ahora mismo tengo unas grosellas negras en la nevera esperando la transformación. Hablando de grosellas, ¡qué pocas he recogido este año! Se ve que el confinamiento nos ha sentado a todos mal.
La mermelada que os cuento hoy, y lamento no tener otra foto mejor, es la típica de aprovechamiento. Os voy a contar la cantidad aproximada:
Misma cantidad de melocotones que de manzanas
Mitad de peso en azúcar blanco
Un trozo de piel de limón
Un chorrito de zumo de limón
Una pizca de canela
Si os gusta más dulce, no tenéis más que poner más cantidad de azúcar, pudiendo igualar el peso de la fruta, no más... Pelamos y cortamos la fruta. La ponemos en una tarterita y esta la colocamos sobre una pesa que ponemos a 0. En la misma tartera pesamos ya el azúcar. Que podéis pesarlo aparte, claro está. Yo procuro manchar lo mínimo porque estoy de cacharrada bastante aburrida.
Es una costumbre dejar macerar la fruta con el azúcar un rato antes de ponerla a cocer. Yo casi siempre voy con prisas y me salto este paso. Todo al fuego, removiendo con cuchara de palo y no dejando que hierva demasiado a lo bestia. Fuego suave. En media hora o un poco más, ya tenemos lista la mermelada que pasamos por el pasapurés o, si hemos cortado la fruta pequeña, la podemos dejar tal cual. A mí, si no hay pieles o pepitas molestos, me suele gustar sin pasar. Y nada más. Es una mermelada muy clásica que está muy rica al desayuno con una tostada y mantequilla. Yo suelo tomar queso ligero en vez de mantequilla, que me gusta menos, pero son cosas que va una haciendo con los años. Lo que prefiero es el pan con aceite y sal pero de vez en cuando me da por tomar mermelada.
Otra vez tenemos calor y esto es un poco lío. No hay quien se aclare. Lo que peor llevo es calor y mascarilla pero bueno, vamos tirando. Me despido por el momento. Nos vemos pronto. Sed prudentes.
Y que no se me olvide... Esto vale para melocotones amarillos y cualquier tipo de manzanas.
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