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viernes, 13 de diciembre de 2019

Bollitos preñados


   Mucho tiempo sin escribir... La verdad es que ando algo liada y repito platos continuamente, que si lentejas, que si un arrocito, que si unas hamburguesas para salir del paso... Tengo el móvil lleno de fotos de distintos platos y de algunos... pues ni me acuerdo cómo los hice. Empiezo a pensar que voy a tener que dejar el blog una buena temporada porque no acabo de centrarme.

   Hace ya meses hice unos bollitos preñados muy ricos. Los hacía mucho cuando mis hijos eran pequeños y los tenía casi olvidados. Me los pidió mi hija y los hice. Os voy a poner primero los ingredientes de la masa y después os explico. 

    Ingredientes:
Una taza de agua tibia
Dos cucharadas de aceite
12 grs de levadura fresca
Una cucharilla de sal
Una cucharadita de azúcar
Dos tazas y media de harina (aproximadamente)



   Si os dais cuenta, es básicamente la masa que hago para la pizza. Queda muy tierna y no lleva nada de particular. No soy de poner leche en las masas salvo que quiera hacer algo tipo bollería. Menos es más, que dicen por ahí. La harina puede variar un poco pero ponemos todo en un cuenco y removemos hasta formar una masa que pasamos a la encimera. Si está demasiado pegajosa, añadimos un puñadito... Si nos pasamos de harina, será más fácil amasar pero menos tierno el resultado. Yo suelo hacer masas pegajosas en la mano, petardas de manejar, que quedan muy tiernas una vez cocinadas. Es como lo de la béchamel de las croquetas... 

   Una vez que la masa está formada, la dejamos levar hasta que dobla su volumen, nada nuevo bajo el sol... Amasamos otra vez un poco y formamos un cilindro que cortamos en trozos parecidos del tamaño de... ¿una mandarina pequeña?, algo así. 



   El chorizo, hace falta un chorizo, lo cortamos en ruedecitas y vamos poniendo un trozo de chorizo en cada porción de masa. Con la palma de las manos trabajamos la porción en círculos hasta que la masa rodee a la rueda de chorizo o, lo que es lo mismo, que el chorizo quede en el interior. 



   Ponemos los bollitos sobre la bandeja de horno usando papel de hornear para no tener que fregar después la bandeja: "el fregar se va a acabar" que decía no sé quién... Todavía fregamos aunque bastante menos. Les hacemos una cruz encima con un cuchillo y los pintamos con huevo batido y encendemos el horno a 200º. Si os fijáis, el horno lo ponemos más caliente que en otras ocasiones, el motivo es que los bollitos son pequeños y se harán pronto, también queremos que se doren, por eso la temperatura más alta. ¿Minutos? entre 12-15 deberían ser más que suficiente. Si tenéis un horno magnífico, no es mi caso, se harán pronto. Atención a esto y si os parece que se han hecho de más, lo apuntáis para sacarlos antes la próxima vez. 



   Quedan unos bollitos la mar de monos que sueltan algo de grasita. Si os fijáis en la foto siguiente, La miga queda muy tierna y húmeda con el jugo que suelta el chorizo. De verdad que son riquísimos, incluso aunque no esté la masa perfecta. Es más rico hacerlos para tomar al momento, cuando aún están calentitos y, como cualquier masa casera, se resecan de un día para otro. Pero también os digo que en casa nunca sobran porque no es una cosa que hagas en plan legión. 



   Hay gente que dice que las masas le estresan y que huye de hacerlas. Yo creo que son de lo más interesante para un cocinero, aunque sea aficionado, como yo. Hasta aquí la receta que también se podría hacer con otros rellenos, lógicamente. Por ejemplo, antes los hacía alguna vez alargados rellenos de salchichas y quedan también muy ricos. Y, claro, podéis hacerlos con cualquier masa que os guste y os parezca bien. Os deseo a todos un feliz fin de semana. Ya sólo quedan doce días para Navidad. ¡Ánimo!

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