Translate

sábado, 27 de octubre de 2018

Churrasco con miel y brandy


   Es un clásico hacer las costillas de cerdo asadas incluso en el horno. Nosotros lo hacemos muchos domingos porque nos gusta mucho a todos. Con una ensalada rica y unas patatas fritas o asadas, ya tenemos una comida sabrosa y contundente. Esta vez adobé las costillas de una forma sencilla y rica. Ponemos en un cuenco:

2 cucharadas de miel
2 cucharadas de brandy
Una puntita de mostaza
Tomillo al gusto
Pimienta negra

   Esto lo ponemos, más o menos por tira de costillas. Mezclamos muy bien y untamos la carne con esta mezcla. La ponemos en la fuente que va a ir al horno y la salamos con sal en escamas. Yo también pongo unos dientes de ajo con su piel porque me encanta como quedan así asados. Y no son nada indigestos. Bueno, pues llevamos las costillas al horno suave 125-150º alrededor de 2 horas. Con toda la calma pero que veamos que se van cocinando. Cuando falta una media hora para comer, subimos la temperatura para que se dore bien 200-225º hasta que esté bien dorado, dándole la vuelta para que se dore por ambas partes. Es una forma de hacerlo, no sé si muy ortodoxa, que no da nada de trabajo porque las primeras dos horas te puedes ir a misa y/o a tomar el aperitivo. Es en el momento en el que subimos la temperatura cuando sí tienes que estar atento para que no se queme y tenga el punto de dorado que te gusta. Si queréis añadir unos chorizos criollos, esta última media hora es el momento. Quedan riquísimos.



   Con esta cocción larga queda muy tierno por dentro, se despega totalmente del hueso y la carne está melosa y exquisita. El sabor que aporta el adobo también es muy rico sin ser ni muy dulce ni muy fuerte; Respeta la idiosincrasia de la carne. Pues aquí termina esta receta tan sencilla que no deja de ser un placer. Sé que estoy escribiendo menos y os pido disculpas. Se desacostumbra uno y es difícil volver a la rutina. Creo que el blog va bien así, hay recetas para dar y tomar y yo, que me he romanizado un tanto, ando haciendo pasta, pizzas y ensaladas al estilo de allí. Por cierto que no os conté que en Roma tomábamos acqua frizzante en las comidas y nos encantó. Otra costumbre que nos hemos traído, beber agua con gas. Os digo que "a donde fueres, haz lo que vieres" o, como dicen los ingleses: "When in Rome (do as the Romans do)". Aquí ya estamos en otoño, ha hecho un día no muy bonito y esta noche nos cambian la hora y llega la noche. ¡Me muero de pena! No va a ser siempre verano pero las tardes cortas no me gustan nada. Os deseo a todos un muy feliz fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario