Este plato que se tomaba en casa de mis padres me hace mucha gracia. Se me ocurrió hacerlo y mis hijos no lo conocían ¿huevos a caballo? Lo he buscado en Google y, efectivamente, son un par de huevos sobre un filete -a caballo-. Suelen ser sobre un filete de ternera, yo al menos lo recuerdo así, pero los he hecho, de uno en uno, sobre una chuleta de aguja. Lo que había.
Este tipo de carne suelo hacerlo en una plancha que me permite que la carne se haga mejor, sobre todo si son chuletas o piezas grandes, que no es el caso. La carne conviene mazarla y adobarla con ajo y perejil. La planchamos a fuego fuerte con algo de aceite y la vamos girando para que se haga del todo. Sobre todo importante en el caso del cerdo pues la ternera se puede tomar rosada. He aprovechado para asar unos tomatitos. Quedan muy ricos pero cuidado que abrasan. Salpimentamos la carne cuando ya está dorada y ¡claro! vamos haciendo los huevos fritos en aceite bien caliente.
Acompañamos el plato con unas patatas fritas cortadas al gusto. La idea es ir cortando huevo y bistec a la vez para tomar la carne a la vez que el huevo -en este caso lo cortamos con cuchillo aunque no sea lo correcto-. Queda muy jugoso y rico combinado con la yema. Ese es el espíritu del plato. Hasta aquí llego por hoy. Me está costando publicar y las fotos han quedado muy oscuras. ¡Qué desazón! Y, sin embargo, esta semana he hecho unas comidas la mar de ricas y divertidas. A ver si el ordenador me va dejando publicar... Os deseo a todos un feliz fin de semana. Buenas tardes.
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