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jueves, 1 de junio de 2017

Mermelada de grosellas rojas



      Por primera vez en largos años he tenido una pequeña cosecha de grosellas rojas: 200 gramos escasitos. No sabéis lo orgullosa que me he sentido. Al llegar a casa y pesarlas, sabiendo que, realmente, son ácidas para tomar tal cual, decidí hacer mermelada. Lavé las grosellas y pesé la misma cantidad de azúcar. Bueno, un poquito menos. Eran 175 gramos de grosellas y 150 de azúcar, para ser exactos. Leyendo en Google sobre cómo hacer la mermelada, el consejo era hervirla poco rato con algo de limón. No le he puesto limón pues las grosellas son ellas solitas bastante ácidas. La mermelada ha hervido unos veinte minutos, removiendo de vez en cuando o de cuando en vez (que decía no sé quién). 


     Ha quedado muy rica. Aconsejaban pasarla por un colador pero yo la he dejado tal cual, con todas sus pieles y sus pepitas. Yo soy "muy integral" y no me molestan nada. Para desayunar, una buena opción es tomar una tostada integral, sustituyendo la deliciosa mantequilla por queso desnatado de untar, y una cucharada de esta maravillosa mermelada casera que no puede ser ni más sencilla ni más natural.


     Tened en cuenta que es sólo un tarro de mermelada hecho para guardar en la nevera e ir tomándola hasta que se termine. Yo, la verdad, soy aprensiva para hacer conservas. Os deseo a todos muy buenas tardes.



2 comentarios:

  1. Qué rica mermelada y además con grosellas cultivadas por ti misma ! No se puede pedir más

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    1. Gracias Macamen, la verdad es que ha quedado deliciosa. Es el primer año que puedo hacerla. Cultivarlas no da nada de trabajo, sólo podarlas al final del otoño. Un beso.

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