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lunes, 5 de octubre de 2015

Pencas de acelga rebozadas



     Yo siempre he pensado que las acelgas estaban entre las verduras y ahora dudo si poner esta entrada con las hortalizas... Para que no se me quede "cara de acelga" pongo las dos opciones aunque las alcelgas tienen unas hojas verdes muy de verdura,  me parece a mí. Pero claro, también están entre las plantas que se cultivan en la huerta. Los diccionarios no siempre lo arreglan todo... ¿Os gustan las acelgas? Mucha gente prefiere las espinacas pero las acelgas son también muy buenas y, además, ricas en vitamina A -entre otras cosas-. 

     Mi amiga Mary me envió estas hortalizas de su huerto y desde aquí le doy las gracias. Lo primero que he cocinado son las acelgas. Para hacer las pencas, las cortamos de la parte verde y las cocemos en agua hirviendo con sal. Si son muy anchas, las podéis cortar a lo largo. En unos diez o doce minutos estarán tiernas, entonces las escurrimos y reservamos. Obviamente, la penca es esta parte blanca que veis en la foto que está justo debajo.


   
     Hacemos la pasta de freír como siempre. Si tenéis alguna otra fórmula excelente, pues adelante. Yo la preparo batiendo:
Un huevo

Una taza de harina
Una taza de leche
Una cucharada de aceite
Sal
Una cucharadita de royal

    Batimos todo con la batidora de brazo, la Maripili la llamo yo, y dejamos reposar unos minutos. Esta vez le he añadido una pizca de colorante que no es necesario y sólo aporta color. Se podría poner azafrán si nos gusta la combinación de sabores. Va muy bien con los fritos de bacalao -soldaditos de Pavía-. Si está demasiado espesa, añadís un chorrito de agua.



     Los vamos friendo en aceite de oliva. Entendemos todos que sumergimos las pencas cocidas en la pasta y las pasamos al aceite caliente. Que se doren por ambos lados y a un plato con papel de cocina. Ya veis que es fácil. Para mí son una auténtica delicatessen... Muy suaves de tacto y sabor, no demasiado conocidas, creo. Hace muchos años nos hospedamos en una casa rural en Valdivielso, provincia de Burgos, y nos las dieron. Pensaban que no las conoceríamos pero sí, son un clásico de casa de mi madre. Os animo a hacerlas porque son muy ricas, la pasta queda crujiente y es un agradable aperitivo o una guarnición muy rica para un asado, por ejemplo.



     Si queda algo de verde en las pencas no os preocupéis porque es muy rico y yo creo que hasta hace bonito. Con esta pasta, claro, podéis rebozar cualquier cosa que se os ocurra porque es muy fácil y sale la mar de buena. 



     Pensaba contaros que este fin de semana estuve en Ávila y lo mucho que me gustó todo pero lo dejo para otro día porque tengo que repasar las fotos que hice, que no me salieron muy allá, releer un poco para no poner ningún disparate y explicaros bien lo que nos dio tiempo a hacer en poco más de un día. Vengo entusiasmada de lo bonito que es todo. Fue un viaje maravilloso con gente muy divertida y buena. El blog va muy bien y todos mis amigos me siguen con el mismo cariño de siempre. Muy buenas tardes a todos y espero que os gusten las pencas. 

     Con lo verde podéis hacer un puré o unas acelgas con bechamel que quedan muy ricas. Yo las puse en la sartén con ajito y jamón y nos encantaron. 

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