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miércoles, 25 de marzo de 2015

Pollo guisado con tomate y cebolla II



     Esta es una de las recetas de mi blog que ha tenido más éxito. ¿Por qué? Es una buena pregunta, yo creo que por varias razones: Es rica, es barata y es fácil. Podríamos decir que esto es lo que yo busco principalmente cuando cocino. Si añadimos que es un plato razonablemente ligero, pues supongo que ya tenemos la explicación. 

     Como siempre que repito una receta, hay pequeños cambios. Algunos por despiste, otros por disponibilidad. Por ejemplo el pollo: contramuslos sin piel pero con hueso, es una pequeña confusión a la hora de la compra. No pasa nada, estaban muy ricos.

     Ingredientes:
Dos bandejas de contramuslos
Una cebolla bien grande (o dos)
Un tomate  bien grande (o dos)
Una hoja de laurel
Una pizca de romero
Una ramita de tomillo
Aceite y sal
Medio vaso de jerez seco




     La receta es la de siempre, empezamos dorando el pollo en un par de cucharadas de aceite. Aunque no tenga piel conviene dorarlo porque si no queda con cara de pollo cocido... Y es mala cara. Que se dore un poquito. Añadimos la cebolla y el tomate pelados y cortados al gusto. Si no os gusta la cebolla la ponéis muy chiquita. El tomate da igual porque se deshace al calor del fuego. Movéis para que se vayan al fondo y se doren. Ya empieza a oler a guiso. Entonces, incorporamos el laurel y el tomillo, la pizca de romero, también salamos y ponemos el vino. Yo he puesto jerez seco, el del consomé, porque se me había terminado el vino de cocinar y quedó un guiso riquísimo. Improvisar no es malo dentro de una lógica.




     En vez de patatas decidí hacer arroz en blanco. En casa les chiflan los guisos salsosos con arroz y así variamos un poco. Es un arroz que me ha regalado mi hermano Javier. L'arròs de Sueca, valenciano y delicioso. Blanquísimo, como a mi me gusta. ¿El modus operandi? Ya sabéis que yo doro un diente de ajo laminado en unas cucharadas de aceite, a fuego muy suave, añado el arroz y dejo que se impregne sin cambiar de color. Ponemos el doble de agua que de arroz, salamos y dejamos que hierva, hay que subir el fuego. En cuanto hierve, bajamos y dejamos hervir suavemente unos 18 minutos. Apagamos y dejamos reposar unos minutos. Ha de quedar suelto, blanco y brillante. Este, en particular, es delicioso.




     El guiso debe hervir una media hora larga, dependiendo de la parte del pollo que uséis. Tiene que separarse la carne del hueso y las hortalizas deben estar bien tiernas. El tomate "casi desaparecido". Los últimos minutos destapamos para que la salsa se concentre un poco. Probamos una cucharadita para ver como anda de sal. Yo no le he puesto pimienta pero no le va nada mal, en grano o molida.



     Sugerencia de presentación. Dos bolitas de arroz que hacemos con un recipiente mojado en agua del grifo. Es lo bueno del arroz, se puede presentar con diferentes formas. Ha quedado otra vez muy rico este clásico de mi cocina. En casa suelo poner dos contramuslos por persona. Os lo digo a título orientativo porque cada uno es cada uno. Esta vez no ha habido champiñones ni patatas pero creo que estaba igual de bueno o muy parecido. Buenos días a todos. 


2 comentarios:

  1. Son unas recetas simples, ricas, fáciles de hacer, caseras y lo mejor..... lo bien explicadas que están. ! Enhorabuena!!!!!!

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