Creo que decir que esto es humus es un poco exagerado. Lo que sí es cierto es que esta receta está basada en el humus y que en casa nos ha gustado mucho. Es muy fácil de hacer, sólo es necesario tener una batidora. Vamos con los ingredientes:
Medio bote de garbanzos cocidos (o uno pequeño)
Un aguacate maduro grandote
Un diente de ajo
El zumo de medio limón
Aceite de oliva virgen
Sal
También se podrían poner virutas de jamón serrano, si no tiene que ser vegano. El efecto óptico sería el mismo. En cuanto a poner o no tahini, lo dejo a vuestro criterio. No creo que le vaya mal pero yo no lo he puesto. En todo caso ya sabéis que es una pasta de sésamo que se suele poner en el humus tradicional. Yo he puesto el sésamo directamente.
Para mojar hemos hecho varitas de zanahoria y apio. Yo no soy mucho de crudités ni de humus, ¿qué queréis que os diga?, pero este de aguacate me ha gustado bastante. En particular, nos pareció más resultón el apio. Y también me ha gustado, lo hicimos con lo que sobró, una tostada con esta pasta y una anchoa encima. La foto no la pongo porque salió espantosa y la borré. Últimamente las fotos me salen bastante desastrosas.
Os animo a hacerlo por rico, fácil y fresquito. También sano. Más bien es un aperitivo que puede ser parte de una cena de picoteo o lo que se os ocurra, según vuestro libre albedrío. ¡El libre albedrío me encanta!
No tengo mucho más que contaros. Ha llegado la primavera, que yo la pedía a gritos y las cosas van mayormente como siempre, el gimnasio, la pintura, la familia, la vida,... Estuve leyendo el libro de Luz Gabás, Lejos de Luisiana, que me pareció sobre todo larguísimo. No está mal pero pensé que iba a profundizar más en la historia de Gálvez y es más bien una novela romántica. Es de lectura ligera así que, si os gusta leer, adelante. Y no me queda más por contar. A ver si no tardo mucho en volver a contaros alguna receta, que no creáis que estoy muy cocinillas... Muchas gracias por leerme, como siempre. Bicos.
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