Translate

martes, 8 de febrero de 2022

Crêpes como canelones


   Es un poco complicado poner título a esta entrada para que nos entendamos bien al buscarla -y encontrarla-. Es una receta de casa que había olvidado. Quizás la hacía una de mis tías de Madrid. Grandes cocineras todas ellas y ferrolanas de origen. Yo misma, con el tema de los panes ácimos, llevaba sin hacer crêpes normales mucho tiempo. Os digo que es mucho más sencillo esto que amasar, estirar,... Y, acordándome, me puse a ello. 

   ¿Cómo hacemos los crêpes? sí, ya sé que en francés son en femenino pero qué queréis que os diga, yo en español los nombro así. Para hacer la masa necesitamos:


Un huevo

Una taza de harina

Una taza de leche

Una cucharada de aceite

Sal


   Esto es facilísimo. Batimos con la batidora de mano. El otro día oí llamarla batidora de inmersión. Me quedé pampa. Una vez batido, si lo encontramos muy espeso, añadimos un poco de agua, un chorrito y removemos. Pueden ser más o menos finos, acordaos de los freixós y las filloas, pero no es necesario que sean taaaan finos si ello nos complica la existencia. Quiero decir con esto que si no son tan finos les podremos dar la vuelta con una espumadera, en vez de utilizar los dedos, y que serán más fáciles de manejar. Sin agobios.



   Se deja reposar la masa un ratito y se hacen los crêpes en una sartén ligeramente engrasada por los dos lados. Fuego medio-alto. Según sean los huevos -el huevo- quedarán más o menos bonitos y amarillos. 

   Se pueden hacer varios rellenos. El primero que hice yo fue un pisto con: 

Una cebolla

Un pimiento de freír

Un tomate pelado

Un calabacín

Romero y tomillo, 

Una hoja de laurel

Procedemos como con cualquier pisto, doramos las hortalizas y espolvoreamos con una pizca de finas hierbas para darle un toque Ratatouille... Una vez listo el pisto, añadimos dos latitas de bonito o una, si es grande. Me refiero a grandecita. Es un relleno muy rico para cualquier cosa: empanadillas, lasagna,... Ya hemos hecho cosas muy parecidas. 

   Vamos rellenando los crêpes con una cucharada de la mezcla y los colocamos en una fuente de horno ligeramente engrasada. Con esta cantidad salen unos 10 o 12. 



   Hacemos un poco de béchamel. No hace falta que estén muy cubiertos porque son muy ricos y si se doran se ponen ligeramente crujientes. Yo pongo a dorar una cucharada de harina en aceite de oliva. Después añado la leche, puede ser un vaso pero lo hago totalmente a ojímetro. Salpimentamos, ponemos una pizca de nuez moscada y dejamos hervir y espesar a fuego suave unos 10-12 minutos. ¡Cómo agradezco haber aprendido mecanografía en mi juventud! Seguimos... Cubrimos los crêpes  -les crêpes- espolvoreamos con queso rallado y llevamos al horno hasta que se doren. Quedan riquísimos, no es por nada.



   Hoy mismo los repetí con algunas variaciones. En primer lugar, la béchamel llevaba espinacas. Cuando casi está lista, incorporo dos o tres medallones de espinacas congeladas. Las compro en Mercadona y ya vienen listas. Quiero decir que son espinacas picaditas. 



   Mirad que aspecto tan rico. Como os dije, los crêpes se doran donde no ha llegado la béchamel y quedan muy agradables. Delicados.



 

   El relleno de hoy, carne picada y carne de cocido... Restos que había en mi nevera de cocinera tacaña. Las hortalizas, en este caso eran: cebolla, pimiento y berenjena. Un poco distinto, sin llegar a querer ser pisto. En este caso era queso en polvo que, definitivamente, me gusta mucho menos. Pero estaba también muy rico el conjunto. 

   Os cuento las dos opciones porque es lo clásico que, si dejo los segundos para otro día, pasarán seguramente al baúl de los recuerdos y, ¿qué queréis que os diga? Me gusta contaros cosas que os puedan agradar, ser útiles, ser económicas. Es mi vida así y la comparto sin rubor. Hay que saber aprovechar al máximo, dándose el caso de que nos encontramos con platos sabrosos, caseros y sanos, dentro que lo que puedan engordar, eso ya es aparte... ¡Qué desgracia!

   Este es pues el sentido de este blog, ayudar con ideas y explicaciones en la ardua tarea de alimentar a la familia. A mí es lo que más me gusta de las tareas de casa. Supongo que se nota. Si se varía, cocinar puede ser muy entretenido y un reto diario. 

   Y este blog mío, que no va mal, va más lento que antes cuando le dedicaba tantísimas horas. Pienso que gran parte del trabajo ya está hecho y está bien poder llevarlo con más calma y relajo. Me gusta pero no me agobio. Pocas veces hay comentarios, así que no me siento obligada a estar demasiado pendiente de él, salvo cuando publico. Sí, son muchas visitas pero son también muchos años. Nueve años de blog va a hacer estos días y tengo que reconocer que a mí misma me parecen muchos. Muchísimos. 

   Entre los países que más me visitan, mirando los últimos seis meses, que hay otras opciones, están España, Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Japón, Argentina,... Y tantos otros que me llevan siguiendo muchos años con fidelidad. Os doy las gracias de todo corazón. Por aquí seguiré mientras pueda. Tengo varias recetas pendientes de subir y espero ir haciéndolo poco a poco. Gracias por vuestra paciencia y cariño. Esta es una de las aventuras de mi vida que ha salido realmente bien y me hace sentir feliz. Bicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario