Esta receta yo creo que es originaria de Cádiz. La tomé por primera vez en San Fernando y me encantó. En el viaje a Cartagena, nos la hizo un día Víctor de comida. Deliciosa. Así pues, no había que demorarse más en hacerla y subirla al blog. Yo supongo que la receta original se haría con carne de toro pero se suele hacer con ternera y queda muy bien. Los ingredientes de esta receta en particular -por que habrá variantes- son:
Medio kilo de ternera
Un pimiento rojo
Una cebolla
Dos tomates
Un brick pequeño de tomate frito
3-4 rebanadas de pan
Un vaso de vino blanco
Una cucharada de bovril
3-4 hojas de laurel
Un vaso de agua
250grs de fideuá
Tengo que decir que este estofado lo hizo mi marido y que empezó dorando bien la carne que reservó mientras sofreía las hortalizas. Era un kilo de jarrete cortado en cuadrados. También serviría perfectamente falda sin hueso. Yo no sé en qué momento añadió mi marido el pan pero podemos dorarlo un poco con el pimiento, la cebolla y los tomates pelados. Si no queremos que el guiso tenga gluten, pasamos del pan. Estos cambios siempre se pueden hacer, claro.
Volvemos la carne a la tartera, salpimentamos, añadimos el tomate frito, el vino, el laurel y el bovril y llevamos a ebullición. Dejamos cocer lentamente hasta que esté tiernísima. 2 horas o lo que haga falta. Aquí la calidad de la carne se nota, claro. Queda un guiso muy rico, aromático y con mucho fundamento. Si nos diera la gana, podríamos hacer unas carrilleras "al toro", u otra pieza que os guste, como por ejemplo el osso bucco. Vamos, que es una receta que admite cualquier pieza de carne para guisar que nos parezca bien.
Me estoy enredando un poco y, además, he perdido alguna foto que espero recuperar. Lo que os iba a decir es que podríamos poner tomillo y nuez moscada, aunque la receta que a nosotros nos dieron era sin ellos.
¿Por qué fideuá? Bueno, el hecho de transformar la carne al toro en una fideuá se debió a querer que el plato nos llegara bien para todos los que éramos. ¿Qué hacemos? Añadimos un vaso de agua al guiso, además del de vino blanco, con lo cual tendremos más líquido para cocer la pasta. El último ratito, ya tierna la carne, añadimos los fideos y seguimos las instrucciones de cocción. Yo puse un cuarto y quedó muy bien, no muy mojada pero si untuosa. Os digo que todos quedaron encantados y dijeron que eran una de las fideuás más ricas que habían tomado. Ya veis, fideuá al toro. Con esta receta me despido por hoy. Os digo que estoy deseando volver a repetirla con patatitas nuevas fritas para variar los fideos. Es muuuy rica. Siento no haber publicado antes pero he tenido varios contratiempos leves. Espero no volver a retrasarme tanto. Os deseo a todos muy buenas tardes.
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