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viernes, 25 de agosto de 2017

La sota de bastos


     Sí, ya sé que la sota de bastos es una carta de la baraja española. La cosa es que mi amiga Rosa apareció en casa con una calabaza alargada tan grande que no pudimos pensar en otra cosa. Yo, al principio, consideré que sería uno de esos calabacines que en Galicia crecen a lo loco. Pero no, era una calabaza de carne anaranjada y algo dulzona. ¡Hoy la terminé! Me siento como una heroína. Con ella hice: Calabaza en béchamel, bizcocho de calabaza, crema de calabaza y tomate, pisto de calabaza, pizza de pisto de calabaza, potaje de calabaza y pollo,... Y pensé que era una excelente calabaza para preparar un delicioso pumpkin pie ¡¡Era como las gambas de Forest Gump!!

     Os voy a contar solamente como hice el pisto y la pizza (que era del propio pisto). Bien, simplemente doré media cebolla, medio pimiento rojo y la calabaza en daditos, añadí media taza de tomate frito que había por ahí, todo con mucha calma. Salpimenté y añadí algo de tomillo, recordando al ratatouille. Como resultaba, con todo, algo dulce y tontito, añadí al momento de apagar el fuego dos ajos crudos muy picaditos (en en Sur hacen una salsa de calabaza y ajo) que creo que le dieron algo de gracia. De verdad que resultó un pisto rico. 



     Hoy hice una potaje de calabaza y pollo que anda por el blog y en casa nos gusta mucho  y vi que había quedado un poquito de pisto abandonado. Ya sabéis que soy una cocinera tacaña. Yo siempre lo pienso pues no tiro nada. Lo que hice fue estirar la base, que era comprada, y poner sobre ella el pisto algo chafado con un tenedor porque es una calabaza tiernísima. Después puse abundante queso emmental y unas tiras de bacon. No sé... unos 50 gramos. A continuación orégano y un hilo de buen aceite de oliva. Bien dorada al horno a 220º unos 12-15 minutos y todos estuvieron de acuerdo en que estaba realmente buena y con un toque original. 



     Y así va terminando este mes de agosto que nos dio varias alegrías, sobre todo el reencuentro con los seres queridos que viven lejos. Entre flores y preciosas puestas de sol que incluyeron un eclipse que en Galicia fue discreto pero igualmente hermoso. Por el momento estamos morenos, aunque tal vez todo se deba al exceso de calabaza. Pronto estaré de vuelta y dispuesta a continuar con el habitual ritmo de mi blog. No me olvidéis. Besos y abrazos a todos. 





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