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lunes, 9 de mayo de 2016

Chocos guisados con tomate


     Hacía mucho que no cocinaba chocos. El otro día estaban muy bien de precio y me traje a casa un choco de casi un kilo, limpio y troceado. Quizás sean más ricos los chocos pequeños guisados enteros pero este día salió así. Lo primero que hice fue dorar una cebolla grandota con medio pimiento verde y un diente de ajo. Salamos ligeramente. Estamos hartos de hacer esto ¿verdad? En vez de poner un par de tomates pelados, incorporé media lata de tomate triturado. Ya sabéis que quedan los guisos mucho más colorados. Los matices son distintos pero de las dos maneras me gusta. Dejamos que se haga un ratito.


     Es un clásico de estos guisos preparar un arroz en blanco -hay quien le llama arroz blanco- o también unas patatas cocidas, con o sin piel. Yo decidí hacer unas patatas fritas porque me había sobrado un poco de solomillo y así se podían hacer distintas combinaciones... Las patatas me quedaron de aquella manera porque eran nuevas.


     ¡Pero no os he acabado de contar la receta de los chocos...! Hay que poner medio vaso de vino blanco y una hoja de laurel. Después añadimos el choco, cortado y sin piel. Mejor rectificar de sal al final. ¿Cuánto tarda en hacerse? Pues lo que le da la gana. Vamos, que va a depender del tamaño del choco. Dejáis hervir lentamente con la tapa puesta hasta que el choco cede al pincharlo con un tenedor y está tierno. 


     Sólo queda tomarlo con el acompañamiento que hayamos decidido. Con arroz y unas patatas está muy rico y admite perfectamente un huevo frito... Ya sabéis como es esto. Es un guiso muy rico que puede variarse con unos guisantes, haciendo choquitos pequeños, añadiendo una pizca de pimentón. Nada más por hoy, este fin de semana estuve en Pontevedra pero hizo un tiempo muy malo, llovió cuanto quiso, así que no tengo ninguna foto que compartir. Buenos días a todos.



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