Translate

martes, 22 de enero de 2019

Reconversión de un cocido


   El pasado domingo mi santo y yo hicimos un señor cocido. De los que llevan ternera, pollo, tocino, chorizo, garbanzos, patatas cocidas, repollo,... Hasta con salsa de tomate que es tradición de nuestra casa. Pensando que el Carnaval estaba cerca, me puse e hice orejas y unos poquitos freixós. Con su sopita de fideos de entrante, quedó una comida más que completa, completísima.



   Llegó el lunes y me encontré con tantas sobras que lamenté no haber invitado a más gente. Es costumbre que cuando compra mi marido la comida, sobre un quintal. En este caso, sobraron dos quintales. ¿Qué hice?, lo primero, no desesperar. Los niños dijeron: Haz arroz trinxat, que mira tú se escribe con x. Había para arroz y para más. la receta está en el blog así que no os la vuelvo a escribir. Freí como aperitivo las patatas en dados con parte de los garbanzos y las zanahorias en ruedas Puse de entrante caldo de cocer el repollo, los chorizos y las patatas. Buenísimo. Y hasta quedaba un poquito de la anteriormente citada salsa de tomate. 



   Estaba todo riquísimo, ¿qué os voy a decir? Y nos comimos todo encantados.



   Bueno, todo... quedó un poquito de arroz para la cena de alguno. Es un arroz, como os he contado otras veces, que se hace con lo que sobra del cocido, carnes y garbanzos, y se cuece en el mismo caldo que nos ha sobrado. Ya sabéis, el doble de volumen de líquido que de arroz. Es una verdad universalmente conocida...



   También podríamos hacer unas empanadillas o una empanada. En la foto anterior veis una idea para el relleno. Aparte de freír una o dos cebollas, si la carne es escasa, se pueden añadir un par de huevos duros. La empanada queda particularmente rica. Recuerdo una que hice que está en el blog -empanada de lacón- que estaba deliciosa. No ha vuelto a sobrarme tanto lacón.



   Si queda poca carne, una opción es preparar unas croquetas. Esto ya sabéis que para mí es lo más rico del mundo mundial. Las croquetas me fascinan.



   Y, por supuesto, la opción de la ropa vieja, que yo hago con menos aceite que la tradicional, es algo que suele gustar mucho también. Algunas veces le pongo pimentón y cominos para darle un toque moruno.



   ¿Se me ocurre algo más? Pues podemos rellenar crêpes, macarrones, hacer un pastelón de puré de patatas gratinado con queso rallado, preparar unas frituras o unas chulas... Y de momento se me acaban las ideas. Como decía Forrest Gump: De esto no tengo nada más que decir. Pero eso sí, tirar la comida nunca. Cuando yo era niña nos decían que era pecado. Probablemente lo sea. Aquí os dejo la foto del arroz trinxat que, realmente, nos gusta más que el propio cocido. Pero bueno, es que el cocido es lo que tiene, es el plato más reconvertible que hay. Buenas noches a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario