Hacía mil años que no utilizaba la pasta brick. Yo tenía ganas de hacer un pastelón estilo moruno, por llamarlo de alguna manera, y se me ocurrió usar esta masa. Creo que la receta quedó muy rica, aunque no estoy muy contenta con la presentación, algo loca. De sabor me pareció muy interesante, ya sabéis: mezclas raras. No es una pastela moruna ni esa ha sido mi intención. Quiero decir que es una mezcla de cosas y casualidades. Os voy a contar, lo primero el relleno, que vale para esto o para otra cosa pues es muy rico. Yo he utilizado pavo. El pollo también le va genial, y el cordero.
Relleno de pavo:
750grs de pavo limpio de piel y hueso
Una cebolla
Medio pimiento rojo
Un puñado de setas
Una cucharada de tomate concentrado
Una cucharilla de cominos
Una cucharilla de pimentón dulce
Una cucharilla de ajo finamente picado
Aceite y sal
Bueno, empezamos dorando las hortalizas cortadas en trozos al gusto, tiras o cuadraditos. A mí me gusta notarlas. El pavo lo cortamos en trozos pequeños pero sin exagerar. Una vez que tenemos rehogadas las hortalizas, incorporamos la carne. Damos unas vueltas y dejamos que se dore a fuego medio. A continuación añadimos el pimentón, el tomate concentrado y las especias. El ajo también ahora para que no se nos haga demasiado. Hay que salar y probar. Debe quedar sabroso pero suave. Si queréis que pique, ponéis pimentón picante. No le va mal.
Necesitamos para el pastelón:
5 ó 6 láminas de pasta brick.
50grs de queso rallado
Aceite para pintar
Almendras laminadas
Azúcar y canela
Ponemos trés láminas en un molde redondo untando aceite entre una y otra. Encima irá el relleno. Después espolvoreamos con unos 50grs de queso rallado, del que se funde. Si no os gusta el queso, no lo ponéis. Le da untuosidad.
Debajo de las láminas hemos puesto dos tiras de papel de horno para desmoldar más fácilmente el pastel. No es necesario pero ayuda. Cortamos una lámina de masa en tiras y recubrimos la carne con ellas, sin mucho orden. Si queréis más cubierto, dos láminas. Esto me lo enseñó una sobrina pero me temo que me ha quedado regular. Seguidamente espolvoreamos con almendras láminadas, media cucharadita de azúcar -no me atreví a poner más- y una pizca de canela -aquí sí que fui más que prudente-.
Llevamos al horno que estará a 200º unos 12-15 minutos. Según el horno. La posición media para que no se nos queme la pasta. Tenemos que ver que se doran la masa y las almendras. Ya tenemos el pastelón.
Según lo saqué del horno pensé que igual me lo mandaban tirar. La verdad, a mis hijos y a mí nos pareció delicioso. La presentación -mejorable- algo extraña pero de sabor nos gustó mucho.
Tiene de bueno que, al que no le guste la mezcla, le queda la opción de separar las tiras dulces con almendra y canela y tomarlas de postre porque estaban muy ricas. A mí todo el mezcladillo me pareció sabroso y original. Estas cosas no son para todos los días ni para todos los gustos. Esta receta me recuerda a otro pastelón que hice hace tiempo con pollo, espinacas y masa de hojaldre... Si mal no recuerdo. Esas recetas ricas, divertidas y originales que hay que probar con mente abierta. Hasta aquí la entrada de hoy que espero que os guste. Vamos pasito a pasito acercándonos al medio millón de visitas. Muchas gracias a todos por leerme. Buenas tardes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario