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viernes, 8 de mayo de 2015

Un arroz apañadiño



     Mi amiga Pepa dice que soy apañadiña,... Lo sé, con cualquier cosa invento una comida. Yo creo que esto lo aprendí de Carmen que era una artista de la improvisación cocineril. El cuento es que hace varios días éramos pocos a comer y tenía yo cero ganas de cocinar. Y es que, aun gustando la cocina, uno precisa vacaciones alguna vez. Total, que abrí la nevera y la alacena y con lo que encontré hice este arroz, quizás primaveral, que les gustó mucho.

     Ingredientes:
Un tazón de arroz
Un puñado de espárragos trigueros frescos
Un puñado de dados de jamón
Una latita de champiñones
Medio tazón de guisantes
Aceite, agua y sal
Un diente de ajo
Una tortilla de dos o tres huevos



     Empezamos dorando suavemente los trigueros en dos o tres cucharadas de aceite. Los limpiamos antes, cortando la parte dura. Cuando empiezan a ablandarse, añadimos un diente de ajo en láminas. Todo a fuego medio para que no se queme el ajo que no es rico. Si os apetece añadir una cebolleta en tiritas, no le va mal a este tipo de arroz. A mí no me apeteció. Bueno, pues seguimos. Incorporamos los champiñones escurridos y los dados de jamón y damos unas vueltas. Lo siguiente es el arroz, debe impregnarse de aceite sin cambiar de color para que quede bien blanco que es lo bonito.




     Por otro lado hacemos "la francesa". En Ferrol es como se suele llamar a la tortilla de Francia. Batimos los huevos y los salamos ligeramente. En esta ocasión la he hecho redonda porque la sartén es muy chiquita. La vamos a cortar en daditos como si fuéramos a hacer un arroz cantonés. Así es la cocina, de unas cosas salen otras.




     Al arroz "imprenado" le añadimos el doble de cantidad de agua -dos tazones- y salamos. Debe cocer a fuego suave unos 18 minutos si utilizáis arroz redondo, el normal de toda la vida. EL thai tarda algo menos y es muy rico para estos platos. Cuando faltan unos cinco minutos para que esté listo, añadimos los guisantes que han pasado por el micro. 

     Una vez que el arroz está listo, le añadimos la tortilla en daditos, mezclamos con cuidado y ya lo tenemos preparado. 




     Se me ocurrió una "sugerencia de presentación", parafraseando al risotto. En vez de nata, puse sobre el arroz caliente una cucharada de queso Filadelfia con trocitos de nuez. Se remueve para que se funda con el arroz y queda más meloso. ¿Rico? Sí, pero no le hace falta ninguna. El arroz sin más estaba estupendo.



     Y alguno le puso salsa teriyaki, que les encanta y se la ponen a casi todo para mortificarme (es broma). Ya sabéis como son los hijos. Haces un plato delicioso y ellos lo "arreglan". Paciencia Señor...

     Pues esta es la receta de hoy viernes. Después del éxito del salpicón de mi marido me dan ganas de retirarme. Y él, pues tan contento de que su receta haya sido compartida y comentada por tantos amigos. Así es la vida... Os deseo un gran fin de semana. Yo también espero pasarlo bien.

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