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sábado, 28 de marzo de 2020

En casa



   Si me preguntaran una película que me traiga buenos recuerdos y me anime a reír, Vive como quieras sería seguramente la escogida. Creo que es una película que todos deberíamos ver, incluida la escena en la que el abuelo habla de lo que el Estado hace con nuestros impuestos. Creo que ahora sería un buen momento para reflexionar sobre ello. 

   Si me preguntaran por un libro que me gustaría volver a leer... Bueno, esto dependería un poco de mi estado de animo. Para mí, tratándose de libros románticos hay dos fundamentales: Persuasión y Jane Eyre me parecen lo máximo. Pero si buscase un libro de personajes que me hubiese conquistado, creo que escogería Al este del Edén. No tiene nada que ver con la película y es de los que más me ha impresionado de los que he leído en los últimos años. ¿Un libro tonto? No soy mucho de libros tontos pero Me muero por ir al Cielo me hizo reír bastante. No tengo un libro favorito porque me apasiona leer y muchos me han entusiasmado. A veces es la historia, otras algún personaje que te llega al alma, en algunas obras es el estilo y el buen hacer del autor lo que me emociona. Quizás os preguntéis a qué viene todo esto de la película y los libros... Pues viene a que estoy en casa, no sola, y tengo bastante tiempo de ocio. La tele... me parece bastante aborrecible. Hasta las noticias me parecen poco de fiar. Cuentan lo que quieren.

   Y la vida sigue, desde este rincón del mundo, y nosotros seguimos comiendo. ¿Qué comemos? Pues las cosas más normales. La primera foto, por ejemplo, son unos contramuslos de pollo adobados con unas especias que trajo mi hermano, uno de ellos, de África y que se llaman masala, creo. Es un polvo oscuro que al echarlo sobre la carne a mí me parece que huele a canela y clavo, entre otras cosas. Al cocinarlo es suave y nada picante, de esos combinados de especias aromáticos a la par de prudentes. Lo que hice fue dorar bien el pollo por los dos lados durante unos minutos. Después, viendo que lo pegado al fondo tenía pintaza, añadí una tacita de agua con una cucharadita de maizena. Removí y dejé espesar, volví a poner el pollo y lo dejé cocer unos minutos. Al final lo espolvoreé con perejil picado. Lo tengo ahora congelado. Os digo que les gustó muchísimo. De acompañamiento un arroz cantonés que se fue haciendo a la vez. Esto fue el pasado domingo y a todos nos encantó.



   Con el tema de comprar envasado y al vacío, hicimos un día carne picada con cebolla y pimiento, aderezada con cominos, tomillo, orégano y pimienta negra. Todo muy doradito se lleva al horno con unos nachos -comprados- cubierto de queso hasta que se dora. Está en el blog Carne con nachos, y es rico y fácil. 



   Otra cosa que hice, ya con menos reservas en la nevera fue unas berenjenas, que cocí antes al vapor, con bonito de lata, del corriente y moliente, y unas ruedas de tomate fresco con orégano. Podríamos poner salsa de tomate en vez de tomate fresco.

   Lo cubrí con una béchamel casera y mucho queso -moitísimo- y al horno veinte minutos. Os digo que estaba la mar de rico y me solucionó un primero sano y sencillo.



   Ayer viernes, que era de Cuaresma, lo que tomamos fue tortilla de patatas. Johnny la borda y era tan grande que llegó hasta la cena. Ya veis que la comida no es un problema. Como dice mi hermana Concha, sabiendo cocinar se pasa esto más fácil porque hay muchas opciones. 

   Un suponer: tienes harina, bonito, cebolla, huevos,... Lo mismo puedes hacer una empanada, empanadillas, huevos rellenos, tortillas dormidas, un arroz al puerto,... Y así con todo. 



   Hoy, por ejemplo hemos tomado arroz con huevos fritos, picadillo y salsa de tomate. El picadillo envasado no me gusta tanto pero mira... es una buena comida. No nos podemos quejar. 


   Un día hice unas tortas de tipo "mejicano" mezclando en un cuenco: 2 cucharadas de agua, una de aceite, sal y harina hasta formar una bola tierna. Se amasa y se deja reposar. Hacemos unas bolitas que estiramos bien y las doramos en una sartén caliente un par de minutos por cada lado. No es una cosa que piense yo que sea muy perfecta pero es sana y muy agradable. Aquí dijeron que les gustan más que las compradas pero os digo que investigaré y experimentaré más.


   Cuando vas a estar sin salir muchos días tienes que plantearte que la comida no tiene que ser un inconveniente. ¿Qué se necesita? Pues mirad, yo lo primero que dije fue: café y galletas integrales. Creo que sin café y galletas me costaría mucho empezar el día. Entonces, hacemos una lista de básicos que puede ser por ejemplo:

Café
leche
Galletas
Aceite
Harina
Patatas
Pasta
Arroz
latas de bonito, mejillones, sardinillas,...
Latas de hortalizas
Huevos
Frutas
Hortalizas 
Carne o pescado fresco 

   Esto va a variar un poco según el gusto y la capacidad de nuestra nevera. También varía si disponemos de un buen congelador. Yo no... Empezaremos tomando lo que se estropea -fresco- para seguir con los alimentos que duran más -huevos y patatas- y terminamos con las latas y envasados. Racionando con un poco de lógica. Seguro que he olvidado cosas que os gustan pero esto es un simple ejemplo. 

   Y, también, hay que tener en cuenta que se puede salir a comprar en caso de necesidad, que no de capricho. Nosotros lo estamos llevando bien, la verdad. Yo no estoy especialmente activa pero voy haciendo las cosas y me entretengo con lo que se entretiene todo el mundo: cine, libros, calceta, crochet, dibujo,... ¡Móvil! Es una cosa curiosísima la vida que nos da y nos quita el móvil. No se puede creer.

   Todavía no he terminado la novela de la que os hablé y ya estoy deseando hacerlo y pasar a otra cosa. Las novelas largas empiezan a causarme impaciencia... He tenido también problemas para publicar en Instagram pero creo que ya voy a poder volver a hacerlo. Esto de las redes es tremendo. A veces pienso, ¿qué hacía yo antes de esto? Pues no os voy a mentir, me aburría más por mucho que reconozca que nos hacen perder mucho tiempo.

   ¿Queda algo por contar? Os podéis imaginar que escribo más por acompañaros un rato que por interés culinario. Son los tiempos más duros y tristes que recuerdo. Cosas que leíamos que les pasaban a nuestros antepasados y que pensábamos que no nos iban a pasar. Ya tenemos nombres y apellidos que conocemos entre las víctimas y la preocupación y la pena nos rodean... ¿Qué hacer? Yo soy creyente así pues, creo que rezar es de lo más importante, pero también creo que hay que intentar mantenerse animado y activo -ora et labora-, Procurar tener sentido del humor y buscar la gracia de las cosas. Nosotros estamos bien, eso es una bendición que, claro, nos permite estar animados. No se puede minimizar esta tragedia pero con todo, lo mejor que podemos hacer es ocupar nuestros días, que son largos, en cosas que nos gusten, no sólo en obligaciones y amarguras. Por eso os decía... vive como quieras... en el sentido de organizar nuestras horas de forma lógica, sí, pero también agradable, que nos guste. Al menos intentarlo.

   A los que estáis solo en casa os mando muy especialmente mi cariño. Cada día que pasa es un día menos. Yo quiero pensarlo así. 
Os dejo de momento pues ya he soltado un buen rollo. Intentaré escribir otra vez la semana que viene. Cuidaos mucho. Bicos.

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