Llevaba días queriendo publicar y las fotos, como siempre, haciendo locuras. Por fin hoy, se han dejado subir a la primera. Me sabía mal no hablaros de este verano de 2025, que ha pasado como un suspiro. Ha habido playa y días muy bonitos. Yo no soy ya tan playera pero bueno, he ido bastante. No ha habido queja. Entre Seselle y Ares hemos pasado muchas tardes, a veces con los nietos, muy agradables.
Hice también una ensalada de berenjenas asadas que me encantó. En plan asar todas las hortalizas y aliñar con huevos duros y anchoas. La berenjena es una de mis hortalizas favoritas y, claro, siempre frita parece que no va a poder ser. Los años pasan y es lo que hay. Engorda hasta pensar en comer.
Fue un verano muy familiar en el que todos colaboramos para que fuera lo más llevadero posible. Yo creo que fue muy positivo y medité mucho sobre ello. El amor lo vence todo, y el mal humor y la impaciencia, sin duda, fastidian casi todo. Vale la pena cada esfuerzo, no cabe duda pero hay que saber distinguir lo que sí y lo que no. Eso me llevó a pensar cuántas cosas se pueden doblar sin planchar, tantísimas: Las rencillas, los viejos rencores, las añoranzas locas... Y esto, de doblar sin planchar, me parece un ejercicio bárbaro. No es tan perfecto pero es una forma de salir de las cosas que, realmente, no necesitan ser planchadas. Y esto, por supuesto, es una metáfora.
Ahora, con la llegada del otoño, habrá que volver al gimnasio, a las clases de pintura y... A la vida real y cotidiana. Es bueno y me da una pereza tremenda a la vez. Sobre todo las horas de oscuridad que se ciernen sobre nosotros durante el invierno,... Y la lluvia,... Y el frío.
No importa, segura que, una vez más, podremos con todo.
Me quedaba deciros que este verano apenas he leído dos libros, bueno dos o tres, que no me entusiasmaron. Uno de María Oruña, Puerto escondido. Entretenido. El otro una biografía de Doña Sofía, la reina emérita, que no sé qué decir. Ahora no encuentro el nombre del autor. Lo que más me gustó fue lo que cuenta de Atenas, de las casas, un poquito de historia helena. No es de acción trepidante.
A ver si publico pronto. He preparado una sopa de boda italiana que nos ha gustado y me gustaría contárosla. También han vuelto las tortillas de los viernes y algo más habrá. La vida sigue, como debe ser. Bicos.
Se me olvidaba contaros que el blog tiene más de 960.000 visitas. Es increíble porque, aunque yo ya no publico tanto, no soy capaz, el trabajo hecho sigue dando su fruto y me siguen leyendo mucho. Estoy agradecidísima. Esto me produce una alegría grande que es a la vez serena. Vale la pena cada esfuerzo que hacemos. No cabe duda. Gracias a todos por tanto.