No sé si recordaréis el bacalao con costra de zanahorias que puse hace ya tiempo. Fue una receta que tuvo mucho éxito. Es rica y fácil, y suele gustar a los niños. Esta versión, cambia las zanahorias por calabacines. Quizás un poco más tontita, también es muy rica. Para hacerla, compro dos lomos de bacalao congelado, en su punto de sal. No son baratos pero no tienen espinas y a mis hijos les gustan mucho. Ya os imagináis la receta. Lo primero vamos a hacer la cama (o lecho) del pescado. Como todos los pescados que horneamos, si lleva debajo una buena capa de patatas y cebolla fritas, va a estar más rico y cundir más. La cantidad va a depender del apetito de los comensales. Tres buenas patatas y una cebolla me parece bien. Suele decir uno de mis hijos que lo mejor del pescado al horno es la capa de patatas. Probablemente tenga razón pero hay pescados y pescados... Las patatas, obviamente, se salpimentan y se cubren con un dedo de vino blanco.
Por otro lado, vamos a pelar y cortar un calabacín mediano en tiras. Como las zanahorias. El calabacín, mejor comprarlo siempre mediano o pequeño. Es la manera de que sean finos y no estén llenos de "pepas". La sota de bastos, para jugar a las barajas. Lo doramos en una sartén con un fondo de aceite y una pizca de sal, Añadimos dos cucharadas de pan rallado que también doramos un poco.Bañamos con una copita de vino blanco que dejamos consumir... Exactamente igual que la otra receta.
Con esta pasta cubrimos los lomos de bacalao, o si preferís, otro pescado. Calentamos el horno a 200º y metemos el bacalao 15-20 minutos o hasta que está bien dorado. Se pueden hacer, claro está, unos tomates. Yo los he cortado en gajos porque últimamente me salen a medio hacer (no sé si es defecto del horno o de los tomates).
Pues ya veis que receta tan fácil. Es una forma cómoda de que los jóvenes tomen pescado. Buenos días a todos.
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